LA
DEPRESIÓN
Cuando una persona tiene un trastorno depresivo,
éste interfiere con su vida diaria y su vida laboral, la depresión es una
enfermedad muy grave y quienes la padecen necesitan tratamiento urgente para
mejorarla.
No todas las personas con enfermedades depresivas
padecen de los mismos síntomas ya que puede variar según la persona. Algunos de
los síntomas son: la pérdida de interés por algo que le guste, falta de energía,
dificultad para concentrarse, Cambio grande en el apetito, pensamiento suicida,
inquietud, Sentimientos de inutilidad, entre otros. Puede convertirse en un
problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad
moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades
laborales, escolares y familiares. La depresión puede suceder en personas de
todas las edades ya sea adultos, niños, adolescentes o ancianos.
Los trastornos depresivos pueden ser de
diferentes tipos aunque los más comunes son el trastorno depresivo grave o también
llamado depresión grave, que se caracteriza porque los síntomas impiden a la
persona desenvolverse con normalidad. Y el trastorno dinámico también llamado distimia,
que se caracteriza porque sus síntomas son de larga duración ya puede durar dos
o más años aunque menos grave pero igual le impiden desarrollar una vida normal
o sentirse bien.
La depresión a
menudo se transmite de padres a hijos, esto puede ser por los
genes, comportamientos aprendidos en el hogar o en su entorno. También el alcoholismo o la
drogadicción pueden ser causantes de depresión, al igual que circunstancias
como el desempleo, luto o traumatismos psicológicos pueden afectar a quienes
las han vivido y padecido.
Las personas con depresión a menudo no son
correctamente diagnosticadas, mientras que otras que en realidad no la padecen
son a menudo diagnosticadas erróneamente y tratadas con antidepresivos.
